QUIENES SOMOS

La pasión por la montaña nos ha unido. Y de esa unión surge Montañas de Vida para poder recorrer juntas el camino de la vida.

Si a ti también te apasiona la montaña y sientes que hay mucha vida en los procesos del tratamiento y recuperación del cáncer, nos encantará que te unas a nosotras.

Durante el cáncer, el deporte en la montaña me hacía sentir viva. En mi recuperación, esas salidas a la montaña con amigas eran terapéuticas. Montañas de Vida comienza para poder compartir esa terapia sanadora con otras mujeres que estén atravesando en este momento un camino paralelo al nuestro.

Con M de montaña, con M de madre. Cuando nos encontramos en peligro, cuando somos vulnerables o sentimos el riesgo inminente, regresamos al lugar que para nosotros es refugio, regresamos a buscar cobijo y buscamos instintivamente a nuestra madre. La montaña fue durante mi proceso el lugar al que quería volver, el amparo y la protección necesarios para tomar fuerzas, para respirar y resistir. La montaña fue y será esa madre cariñosa que te acoge y te acompaña, a veces severa pero siempre necesaria.

Mi conexión con la montaña es fruto de los sentimientos que el cáncer hizo resurgir en mi interior. Una búsqueda de calma, paz y disfrute de las pequeñas cosas que me ofrece la vida y que tantas veces olvidamos. Ya no existe una Sonia sin montaña, porque para mí es todo. Es amistad, es familia, es equipo, es superación, es paz, es belleza, es pasión y, sobre todo, me hace sentir viva. Si con esto contribuimos a que el poder de la montaña ayude tan solo a una persona, este proyecto habrá merecido la pena.

Allí donde has sido feliz siempre debes volver. Y eso hago yo en la montaña, ser feliz, por eso regreso una y otra vez... Unas veces por el sendero más sencillo, disfrutando plenamente, otras veces por el más corto. Pero siempre, con cumbre o sin ella, me llena de felicidad. Así es la vida misma. Y son estas mujeres con las que comparto camino las montañas de vida a las que siempre vuelvo y que siempre me acogen con los brazos abiertos para multiplicar nuestra vitalidad y alegría.

La montaña para mí es pura conexión, conmigo misma y con la vida. Es lo que me hace sentir plena, como si todo cobrara sentido cuando planto los pies en sus caminos y senderos. La montaña me ha acompañado en cada paso de mi camino, como la mejor compañera de viaje que se pueda tener. Compartir esta pasión con otras mujeres es lo que me ha llevado a formar parte de la familia de Montañas de Vida.

Ponerme unas mallas y salir a correr o a caminar me ayudó durante la enfermedad. Cuando me empecé a encontrar físicamente mejor, en la montaña encontré el refugio en el que siempre me siento bien. La montaña me hace sonreír. Montañas de Vida le aporta a mi amor por la naturaleza el hecho terapéutico de compartirlo entre nosotras.

Salir a la montaña significa vida. Por eso, Montañas de Vida es una asociación tan especial porque une montaña con gente maravillosa que ha pasado o está pasando por un cáncer, familiares, amigos… Ofrece afrontar la enfermedad acompañada por personas que ya han pasado ese momento vital.

Carlos Soria, nacido en Ávila en febrero de 1939, es un excelente alpinista español con una trayectoria dilatada en la montaña. Su pasión comienza en La Pedriza madrileña a los catorce años y, desde entonces, su vida ha estado siempre unida a la montaña. Su trayectoria es única por haber comenzado a conquistar ochomiles a una edad a la que sus amigos consideraban empezar a retirarse del deporte en la montaña. Carlos sigue en activo, recuperándose en este momento de una grave lesión cuando casi rozaba la cumbre del Dhaulagiri en mayo de 2023. Carlos representa todos los valores que nos gustaría transmitir desde Montañas de Vida, tales como el amor y el respeto a la montaña, el trabajo en equipo y la ilusión por disfrutar de una vida plena incluso en los momentos difíciles. En Montañas de Vida nos sentimos afortunadas por tener a Carlos Soria como socio de honor.